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Richard Serra
Museo
Guggenheim de Bilbao
.....y
un día gris.
El
arte es exigente, pero generoso con sus recompensas. A veces golpea
de dolor, otras te construye en el tiempo.
Aquí
estás tú, velo de lluvia, con tus muros de acero amenazantes,
invitando a caminar por tus entrañas. Te creen amarga en tu color,
distante, pues tratan de encender fuego donde tú ya has ardido. Sé
que guardas la luz para mejores ocasiones, que invitas a pisar tus
suelos sustantivos y dejar a un lado, sin reciclaje posible, la
escoria de los días.
Sé
que sabrás domar mis fieras asustadas. Sólamente un soplo y me
llevas al mar, a los cielos del verano, a un beso de taxi, a la
indiferencia humana, a la sombra del árbol, al rencor de cualquier
moneda. Por sentirte en mis venas, por beberte, por ser tú una hora,
yo te daría el alma, mi voz, te daría estos ojos que te observan.
Todo por esos pasillos de hembra laberíntica.
Cuántas
veces te amé sin verte,
cuantas veces te inventé, cuantas soñé pasear tu desnudez y aquí
estoy, recorriéndote. Habla, desea, siente, devora, besa, tiembla,
pero no dejes de ser eso que me entregas ahora: la fingida realidad
de todo cuanto en vida espero.
Málaga, 23 de febrero de 2013
Málaga, 23 de febrero de 2013