martes, 18 de mayo de 2010

EL AÑO EN QUE PUEDA VIVIR



A Giusseppe Dominguez, por si mismo




“El ser humano es la causa creativa de lo que sucede, un


móvil principal con un movimiento original”. Nietzsche









El año en que pueda vivir en Londres te recordaré cerca de la glorieta de Bilbao, deletreando la palabra libélula, con los ojos muy abiertos y tus poemas anudados a la garganta. Siendo, en definitiva, lo que tú eras, viento.









El año en que pueda vivir en Boca de Tigre y un pelotazo me golpee la frente, la fragilidad de las montañas inundará mis inviernos, largos como la esperanza, tristes como esas calles de paz donde no ha pisado nadie todavía.









El año en que pueda vivir en la Bahía de Ha-Long será tu mirada la que navegue a bordo de un sampán, a contracorriente, y ya en la orilla, empujará la piedra para que ruede lengua arriba.









El año en que pueda vivir en Buenos Aires mi imaginación te acompañará en aquel cine barato, sorteando flechas y jadeos, para tratar de llevarte la palabra que allí no encontrabas.









El año en que pueda vivir en Mazatlan tus carencias culinarias alimentarán mis elucubraciones; tu voz limpiará las calles, infinitamente anónimas, y todas juntas habitarán, al fin, en la vitrina canalla del alma.









Este año que vivo en cualquier parte, trato de mentir con esas verdades abstractas con las que un hombre se engaña a si mismo.









Trato de ser, soñar, saltar fronteras metafísicas, cerrar la mano abierta del amor, dejar que me muerdan los versos y volver a equivocarme, pues aún no he conocido a nadie que aprenda a volar volando.









Bernardo Bersabé


Madrid, noviembre, 2009