viernes, 23 de abril de 2010

HAYEDO VIEJO


A Juan Valero, por sus árboles

¿Qué son estos pasos que escucho en tu oquedad mientras te abrazo?


Primero fueron la necesidad de un cuerpo vivo pegado a mi cuerpo


Más tarde, la sensación de sentir, tras el insomnio, la tierra húmeda en mis pies sin apenas rozarte


Hoy, un camino sin rumbo, perdido en un bosque infinito que cabe, todo entero, en el corazón de un hombre.

ALEVOSIA

A mi marmita de vida


En el pasillo, cuatro zapatos abandonados; dos de mujer, dos de caballero.

En las sábanas, el olor del perfume de ella mezclado con el olor de la adrenalina de él.

El aire de la mañana lo disolvería todo de nuevo....


MERCADOS DEL MIEDO


A mis antiguos compañeros de viaje, mis amigos


Indolente,
como quien se va pudriendo de indolencia

Perdido,
como ciego intuyendo el laberinto

Inmovil,
como no queriendo figurar en ningún lado

Paralizado,
como sintiendo agonizar un niño entre mis brazos

Incierto,
como las ceñidas sábanas del recelo

Muerto,
como fe categorica

esa fe vacia de esperanza.


CURSO VITAL


Soy agua circulando por tu arena
y voy dejando en ti mis marcas.

Tú,
variable,
dura como musgo,
insolente

te vas de mi y me deshaces.